They shoot single people, don't they?


Pues bueno, después de pensarlo todo el día, me dí cuenta de que a huevo tenía que redactar un post que se tratara de esto, una historia tan cotidiana, que sabemos que todo el mundo la ha tenido, pero que aún así llevamos grabado en la frente: de vuelta a la soltería.

Es cierto, todos hemos tenido un romance tan bello y tan maravilloso que sentimos que andamos por las pinches nubes, que somos intocables y que al lado de esa persona todo es maravilloso... pero, oh sorpresa! cuando todo acaba y volvemos a tener el tan temido status de "soltera" el mundo se viene para abajo, llega la ansiedad, la depre, las chingaderas, la ira, el rencor... y súbitamente todo eso vuelve a desaparecer y no quedan más que algunos recuerdos que la mente no bloqueó inconscientemente ni deliberadamente y es entonces cuando volvemos a sonreír cual gato chesire diciéndonos: cheer the fuck up! la vida sigue!.

Bueno, puedo escribirles que recordé mi hidtoria porque el fin de semana pasado me enclaustré con Kit a ver la película The Hollyday, la cual puedo decir que es entretenida la primera vez que se ve, y me corto un ovario si acaso alguien no se identificó con Iris, papel que interpreta la sabrosísima Kate Winslet; su historia es básicamente -como dice ella en el rol- la de la chica que se enamora del cabrón que la engañó y que aún así no odia, más bien sigue super apendejada por el susodicho, por lo que se deprime y justo cuando pensaba que todo estaba a nada de irse al abismo, ta-taannn! un mensaje personal de Amanda (Cameron Díaz) en donde hablan de cambiar casas durante las fiestas decembrinas, y es en todo ese viaje donde lo apendejada se le quita y encuentra a un wey que sí vale la pena... Ah! pero que chido suena eso! El problema es que la vida de la gente común no es así (lástima), así que no nos podemos dar el lujo de huir del País para dejar los demonios atrás, por lo menos aquí, en el queridísimo México nos tenemos que aguantar como los machos a la hora de que nos saquen el corazón a patadas y lo pongan en un comal.

En mi historia duré con mi ex novia lo que en años perro puede ser considerado muchísimo tiempo, y estuvo chido, pero como bien es sabido, las cosas acaban. Así que un día llegó el final de la historia que se suponía terminaba en "por siempre felices", y pues bueno, ni modo, a consecuencia de eso llegaron las etapas del rompimiento que siempre tienen un tipo de música como soundtrack; estuvo presente por supuesto la etapa Blue protagonizada por Bunbury, la Trevi, Muse, Damien Rice y algunos otros más que hacían que todo fuera mágicamente doloroso; luego, por supuesto su evolución, la maravillosa depre suprema y el protagonista de este soundtrack fue the cure y finalmente, la aceptación con los libertines y los hives. Después de todas esas rolas, por fin puedo escuchar algo por el simple gusto de hacerlo.

No voy a mentir, fue difícil y hubieron muchas cosas extrañas involucradas que lo hicieron aún más bello, pero, como escribí anteriormente: cheer the fuck up! Aún quedan muchos hocicos por romper y cantidad de velas por soplar.


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