Nunca olvido una cara... pero contigo haré una excepción.


Hoy fué un día que tuvo de todo, desde la malignidad de la depre hasta los ratos de iluminación; el que dijo que el ocio es el padre de tods lo vicios tenía razón! Quería tener la mente ocupada, quería no pensar, no sentir y no recordar absolutamente nada, pero debía hacer un trabajo para mi expo, así que me quedé en casa escribendo y platicado por messenger con mi compa Secow, y una de la cosas que nos llamaron la atención era el saber cómo muchas personas no pueden simplemente dejar ser al pasado...


No lo niego, es dificil, muchas veces evocamos imágenes inconsientemente, vemos en la nítida pantalla detrás de nuestro párpados todo lo que alguna vez pasó y cómo pasó con tan sólo pasar por cierto lugar, oler cierto perfume, escuchar cierta canión...


Es cierto, los humanos somos unos masoquistas, a veces queriendo y a veces sin querer y a veces sin querer queriendo... Yo digo que en la mayoría de los casos no nos damos cuenta de que los nuestros, son actos que en vez de ayudar a mejorar nos empeoran, hemos de admitirlo, cuando recordamos ya sea algo que no supimos manejar correctamente, una decepción, un recuerdo triste, un amor perdido inmeditamente no ponemos de sentimentaloides y la sonrisa se borra de los ojos, la chispa se va.


Triste, triste, si, he de admitirlo, y más aún, admito que también de vez en cuando paso por ahí por voluntad propia, pero que podemos hacer para empezar a quemar ese puente? cómo podemos empezar a remover las raices dolorosas de nuestro pasado para dejar en su lugar sólo la marca de la experiencia? En eso se nos fué casi toda la charla, tal vez sería bueno tener aguna receta mágica y no secreta para sacarlo todo, pero hasta ahora la mejor receta ha sido a de sabines: tiempo, abstinencia y soledad.