The rules of the game


Relaciones... todos las hemos tenido, todos en algún momento hemos eperimentado la urgencia de estar al lado de alguien a quien se quiere y también en algún momento hemos sentido ese calor y esa protección que nos da el objeto de nuestro cariño, tal vez en algún otro mometo llegamos a sentir que hemos logrado tener una conexión con esa persona y que los sentimientos que cada día iban creciendo tomaban un mismo rumbo... pero que debe pasar cuando esos caminos se separan?.



Kit, en su infinita sabiduría me dijo que las personas no siempre se tienen que quedar en tu vida porque aparecieron. Simplemente llegan, hacen contacto, te dejan algo y se van (just like that?). Tal vez sea asi, pero, así como alguna vez lo dijo Carrie en Sex and the City, cuáles son las reglas de los rompimientos?.


Supongo que si alguien en agún momento llegó a tu vida y la afectó de una u otra manera no hay razón para condenarlos al exilio, pero también supongo que como en todas las leyes de la naturaleza, existen sus excepciones.


Esta idea me ha dado varias y variadas vueltas por mucho tiempo porque parece que no me puedo poner de acuerdo en un sola cosa, ya que cada vez que me topo con una nueva opinión que parece tener argumentos válidos revoluciona mi foma de sentir y de pensar acerca del tema, así que le presentaré ambos bandos:


-Por un lado está la idea de no odiar a tu ex y de ser posible, ser amigos.

Los argumentos a favor son que una persona que llegó hasta tu corazón y afectó tu vida no es fácil de desaparecer, deja cierta huella y sobre todo el amor que alguna vez se sintió siempre va a permanecer ahi, aunque no con la misma intensidad, pero los recuerdos de todos los ratos que pasaron bien, lo que aprendieron y lo que vivieron hace que parezca cruel o frío desaparecer a alguien tan importante de nuestra vida, sin contar que también existe la creencia de que si en algún momento se entregaron amor lo menos que puede haber es amistad, sobre todo si tenían buena química a la hora de las pláticas profundas (no estoy hablando de sexo, eso lo veremos más adelante).


-Y por el otro lado la vieja idea de que por ningún motivo debemos ser amigos de los ex.

La otra cara de la moneda es que como dicen por ahi, en la invisible piel de la retina hay tatuajes de sonrisas que ahora lastiman (Thanks Kit), lo cual también es cierto y muy válido. Es considerablemente dificil tener una relación amistosa con alguien que en algún momento fué especial, si no contamos, por supuesto, la causa del rompimiento, así que no me convence mucho eso de tener amigos que en algún momento te lastimaron, porque como bien dice Amanda en su blog, se supone que de las pocas cosas que le pedimos a un amigo es que no te falle y que no te folle, así de sencillo, así que el asunto de la amistad después de una relación se ve bastante distorcionado.


Éstos son los dos argumentos que se la pasan dandome vueltas en la cabeza, entre muchos otros más. Pero viéndolo de la manera más tranquila posible, creo que todo depende mucho del tipo de persona con la que nos relacionamos; si nos topamos con alguien medio pendejo que sólo lastima (intencionalmente o no) cada vez que vuelven a hablar lo mejor sería dejar el pasado atrás y seguir adelante, puesto que eso ya es masoquismo puro. Pero sin embargo, si nos llegamos a topar con alguno de los pocos especímenes humanos que habitan en la tierra y sabemos que no nos van a hacer trampas, mientras se sigue manteniendo una comunicación sana y se pueda seguir aprendiendo de la persona, pues esa ya tendría que ser más meditada; la realidad es que casi nunca sabemos quiénes son los demás, no podemos asegurar si nos van a seguir lastimando o nos van a dejar avanzar, pero en lo que a mi respecta, cada cabeza es un mundo y si nunca abrimos puertas para dejar pasar oportunidades la vida puede llegar a ser muy aburrida.