La vida con closet de juguete Vol. 2


En el capítulo anterior una joven sierpe decidida a enfrentarse con su sierpecilla interna descubrió que su mundo era como desde que era un huevecillo lo había supuesto: colorido y lleno de banderitas. Ahora nuestro personaje tendrá que tomar el siguiente paso al revelar los secretos de su colorida existencia con aquellos seres que la criaron y de los que aprendió los primeros pasos hacia la vida...





Bueno, después de investigar bastante para defenderme en caso de que alguien pudiera sacar los famosos tabúes acerca de la gaysicidad decidí lanzarme al ruedo, pero como mi naturaleza es armarla de pedo por casi todo, fué casi inevitable que empezara a armar discursos para casi todos mis amigos; me preparé mentalmente para no ponerme a chillar en caso de que alguno de ellos me mandara a la parra, busqué el momento adecuado...


Resultados? cuando les dije a mis amigos Mister M y el Maldito me dijeron que ya lo sabían... cuando le dije al Motto me abrazó y semiahorcó por causa del mismo abrazo de oso y me dijo que ya lo sabía y que no podía creer que me tardara tanto en aceptarme... cuando le dije al Castor me dijo que chido y que ya lo sabía... Cuando le dije a Max me dijo que porqué chingados no le había dicho antes... Básicamente todo el mundo sabía de mi lenchéz menos yo! así que lo que se dice -sorpresa- pues no fué... pero con Kit fué una historia distinta...




Mientras estaba saliendo con mi amigos del clóset, la jotería me poseyó y mi cuarto empezó a tomar forma muy gay... por fuera de la puerta de mi cuarto colgaba una bandera, por dentro estaba un poster de las tatu bastante sexoso, dentro del cuarto varios y variados objetos comprados en rainbowland que también estaban infestando la cocina y por lo tanto el comedor... Kit, cuando presenciaba tales ataques jotezcos sólo decía "que bonito! son de colores!" así que en realidad parecía que no tenía idea del asunto. Hasta que un día, justo el día en que conocí a Ángel Negro, fuí a zona y le pedí a Kit que fuera por mi la esquina de amberes (la esquina de la calle más gay del lugar); cuando me recogió me preguntó por que estaba en un lugar tan gay y en mi mente sierpil se dibujaron 2 opciones, decirle (lo cual momentaneamente me trajo de vuelta la histeria por no tener discurso preparado) o dejarlo pasar... pero ella es mi hermana y con ella he compartido muchas cosas y no quería contarle la historia de la mujer que conocí cambiandole el género (eso ya me estaba dando hueva); así que cuando nos acabábamos de estacionar cerca de Coyoacán le dije "la verdad hoy fué un día muy chido, me la pasé bien y aparte conocí a una chica muy linda y te lo digo así porque soy gay"; volteé a verla mientras mi sierpe y sierpecilla interna se debatían en que tan buena estuvo la declaración. Kit se quedó viendo al horizonte medio minuto hasta que me dijo "vaya, pensé que iba a tener sobrinos" y sonrió "creo que debía de darme cuenta por todas tus banderas, pero pensé que era porque te gustaban los colores"... empezamos a hablar del tema, le dije como me sentía, de mi proceso, de porque no le había dicho antes, de Ángel Negro, etc... después de varias horas, ya de regreso al carro me dijo "no importa, yo siempre voy a luchar por tu derecho a ser de colores!" (de ahi la descripción del blog). A partir de ese día ha sido una aventura tener a alguien tan cercano a mi apoyándome incondicionalmente, dandome consejos y haciéndome bromas (como las del gay pet).




Después de aquellas experiencias que me dejaron tan buen sabor de boca me dí cuenta de que mi entrenamiento mental para aceptar rechazos no se fué al caño por ser inservible (lamentablemente), porque me tocó el madrazo que valió por todos: decirle a mi madre



Eso me tocó hacerlo a fuerza, en mal momento, con defensas bajas... ahh pero que desmadre se armó con eso! fué un circo telenovelezco que duró aprox 4 semanas... pero para no hacer el cuento largo (más!?) la historia macabra tiene final felíz: ella decidió aceptarme siempre y cuando no hiciera desmanes ni le hiciera saber de mi vida amorosa y yo no haría eso si no me volvía a agredir... un bonito acuerdo de paz entre madre e hija. Muy poco tiempo después me enteré de que mi madre le dijo a mi padre 1 semana después de que le dije a ella, pero él, como buen padre que es, hasta la fecha o ha mencionado el tema en absoluto ni ha hecho alusión a su decepción, creo que así hemos vivido bien. Y en lo que respecta al resto de la familia sólo la tía que cuidó de mi cuando aún era un pequeño reptil lo sabe y debo decir que su reacción si que fué sorprendente... en realidad ella nunca había soportado siquiera que se hablara del tema, pero después de que le dije, bam! dió un giro sorpresivo en el que decidió informarse, su tolerancia aumentó bastante y sobretodo, me ha reafirmado con palabras y con hechos que su cariño hacia mi no es ni mayor ni menor que antes, todo sigue siendo igual.



Ahora que soy una sierpe libre, puedo decir que el riesgo de perder a mis amigos y a mi familia valió la pena porque ahora que me quieren por quien soy y no por quien quieren que sea y que a pesar de que siempre va a haber gente pendeja en mi camino, siempre estarán ellos para apoyarme (awww).



Así que esa fué la historia y tan tan este cuanto no ha acabado.

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